La Oftalmología Pediátrica trata temas tan importantes y específicos como el proceso de maduración y desarrollo de la función visual, así como problemas congénitos que pueden afectar directa o indirectamente el sentido de la visión. También se tratan enfermedades de ámbito sistémico que pueden cursar con alteraciones oftalmológicas.
La función visual del niño está en constante desarrollo y cualquier anomalía, como un defecto de refracción, un estrabismo o una opacidad de medios, puede interferir en su desarrollo de manera irreversible.
Es muy importante realizar un control anual a los niños para revisar la agudeza visual y la movilidad ocular para detectar, de forma precoz, estas disfunciones como el estrabismo.
Todos los niños deberían hacerse una revisión oftalmológica entre los 3 y 4 años de edad. El principal objetivo de esta revisión es descartar el ojo vago, que es tratable durante la infancia, pero que no se podrá corregir si se detecta pasados los 8 o 10 años.